Que derrepente (por unos períodos considerables de tiempo)
dan unas ganas harto incontrolables (obviamente controlables)
de fumarse un porro de marihuana; esa exquisita, olorocita y
verdecita marihuana, que nos calma, nos relaja y da la genial
sensación de estar en las nubes; que salga en todos lados,
que caminemos por la calle y en vez de haber ciruelos en las
veredas hayan plantas de cannabis. Viviría.
Live, Love & Cannabis sativa ♡
Jamming
Publicado por
LuisJavier
domingo, 4 de abril de 2010
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